Bajo el silencio y la luz de la luna se percibe el misticismo y la magia de lo que fue una vez una ciudad de Kaminal Juyú, bajo las paredes del Museo de Miraflores.
Tras el avance de la urbanización se ha dejado un legado y parte de una civilización escondida y enterrada debajo de imponentes estructuras modernas, como resultado de la sobrepoblación e inversiones comerciales en dicha área.
Los vestigios que el Museo guarda celosamente nos remontan en esa época y en cómo los ciudadanos de Kaminal Juyú vivían y se desenvolvían en la antigüedad; objetos como cerámica, escultura, arquitectura y vestimenta; así como también restos óseos con miles de años de antigüedad de un Rey de la ciudad.
Seguir preservando tesoros culturales a través de los años, aprender de ellos, estudiarlos y respetarlos. He ahí nuestro patrimonio cultural. Felicitaciones al Museo de Miraflores por resguardar dichos vestigios y objetos mayas.
El deber de cada guatemalteco es conocer sobre su pasado, respetarlo y llevarlo siempre en el corazón con orgullo y con amor.
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